Esta
receta la he cogido del libro de Peggy Porchen, y también la he visto en uno de mis blogs preferidos: el blog de megasilvita, y aunque está indicada para 3
moldes de 15 cm, yo lo hice con dos moldes de 17 y quedó perfecto.
Lo que más me gustó fue, que no es la receta típica de bizcocho de zanahoria, que se ve en cualquier libro de repostería. El introducir la piña es un complemento perfecto para las zanahorias y le aporta un sabor muy agradable, además de frescor al bizcocho.
Mirar que textura tan esponjosa y jugosa tiene. No me digáis que no entra ganas de meterle un bocado!!!
Probarlo y a ver qué opináis.
Ingredientes:
- 140
gr de aceite vegetal
- 200
gr de azúcar moreno claro
- 80
ml de huevo batido (suele ser un huevo tamaño L)
- 80
gr de nueces, picaditas de forma fina
- 320
gr de zanahorias, peladas y ralladas
- 280gr
de piña en su jugo, escurrida y en trocitos pequeños
- 290
gr de harina normal
- 3/4
cucharadita de bicarbonato sódico
- 3/4
cucharadita de levadura en polvo
- 3/4
cucharadita de canela en polvo
- una
pizca de sal
- las
semillas de una vaina de vainilla ó 1/2 cucharadita de vainilla en pasta
Preparación:
- Precalentar
el horno a 180º
- Preparar
los moldes engrasándolos, bien con mantequilla y harina, bien con spray
desmoldante.
- Mezclar
el aceite con el azúcar batiendo bien.
- A
parte, en otro bol, batir con un tenedor
o con unas varillas, los huevos y la
vainilla, e ir añadiendo, poco a poco, la mezcla anterior hasta que consigamos
una mezcla uniforme.
- Ahora, añadir
las nueces, la zanahoria y la piña y mezclar suavemente. Recomiendo que la piña
esté bien escurrida y en trocitos pequeños para que el bizcocho no quede “acuoso”.
- Tamizar
todos los ingredientes secos: la harina, el bicarbonato, la levadura, la
canela y la sal y con movimientos envolventes, añadirlo en dos veces. Si
utilizáis una amasadora, que la velocidad sea muy bajita hasta que la mezcla
esté ligada. Si utilizáis una velocidad alta, os quedará un bizcocho duro, y a nadie le gusta un bizcocho duro ;-)
- Dividir
la masa en tantas partes como moldes vayáis a utlizar y hornear aproximadamente
de 40 a 50 minutos. Verás que está hecho si al pinchar el bizcocho con un
palillo, éste sale limpio.
- Desmoldar
y poner a enfriar en una rejilla.
Y
ahora a decidir que hacer con él. Comerlo directamente así, que está de
rechupete, o rellenarlo y pasar a adornarlo.
A vuestra elección, pero en ambos
casos estará delicioso.
Fuentes: Peggy Porchen y blog megasilvita