Con
el paso del tiempo muchas tradiciones paganas han ido convirtiéndose en
celebraciones de carácter religioso, o teniendo un origen religioso, se han
paganizado.
El
famoso ‘Roscón de Reyes’, con el que nos
ponemos las botas durante los días previos y siguientes, al día de Reyes, no
escapa a ello y buscando su origen me he encontrado dos teorías totalmente
diferentes.
Como
realmente no sé cuál es cierta, os dejo las dos y que cada uno haga propia la
que más le guste.
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Roscón de Reyes
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Teoría
de origen pagano
Para
encontrar su verdadero origen hemos de viajar hasta el siglo II a.C., en el que
a mediados del mes de diciembre, cuando terminan los trabajos en el campo y a
lo largo de una semana, se realizaban unas celebraciones conocidas como ‘las
Saturnales’ .
Dichas celebraciones ser
realizaban en homenaje a Saturno, dios de
la agricultura y las cosechas, en las
que se festejaba la finalización del periodo más oscuro del año y el inicio de
la luz.
Hay que tener en
cuenta que en aquella época el año no acababa en diciembre, sino que se
alargaba hasta finalizar el mes de febrero.
Las Saturnales eran un
periodo de fiesta y jolgorio en el que los esclavos estaban excusados de
cualquier trabajo y podían pasar esos días de una manera divertida.
Entre los muchos manjares
que se preparaban para la celebración, se realizaba una torta a base de miel y
en la que se le introducía algunos frutos secos (dátiles e higos). Este postre
se convirtió en uno de los más populares durante la celebración de la ‘fiesta
de los esclavos’, como también era conocido dicho festejo.
Se
calcula que fue en el siglo III d.C. cuando se introdujo la conocida haba, ya
que ésta se consideraba un símbolo de prosperidad y fertilidad, por lo que aquel
que se encontraba en su porción con esta legumbre, se le auguraba
prosperidad durante el resto de año.
Tras
finalizar la persecución de los
cristianos e imponerse el cristianismo como religión oficial, las celebraciones
paganas (entre ellas las Saturnales) fueron desapareciendo. Sin embargo algunas
de sus costumbres, como la de la torta que contenía un haba, fue
transformándose y con los años
adquiriendo la forma de roscón.
No en todos los lugares se
mantuvo la costumbre de comer este postre, aunque sí quedó bastante arraigada
en Francia donde se convirtió en toda una tradición entre la aristocracia y
realeza y gracias a ellos adquirió gran
parte de su actual popularidad.
Las familias se reunían
para comerlo y ver quién era el afortunado al que le salía tal preciada
legumbre, comenzando a ser conocida tal celebración como “le Roi de la fave”(el
Rey del haba).
Llegamos al siglo XVIII en
el que, un cocinero con ganas de contentar rey Luis XV( por aquel entonces un infante), introdujo
como sorpresa en el roscón una moneda de oro (algunas fuentes indicaban que fue
un medallón de oro y rubíes).
A partir de ese momento la
moneda adquirió más valor simbólico que el haba, convirtiéndose en el premio
deseado, mientras que nadie quería que le tocase la famosa legumbre.
Aunque
la tradición de comer el roscón y todo lo que conllevaba ya era conocida en
España, Felipe V trajo la nueva modalidad de introducir una moneda como premio
(que con los años se cambió por una figurita de cerámica), a la vez que el haba
en el postre se había convertido en un símbolo negativo.
Algunas fuentes apuntan
que, durante un tiempo, la costumbre de introducir un haba desapareció,
volviendo a reaparecer a mediados del siglo XIX.
La fecha escogida para
degustar este exquisito dulce, fue la
del día de Reyes, creando alrededor toda una parafernalia en la que, el
afortunado al que le salía la figurita era coronado como el ‘rey de la fiesta’
y al que le salía el haba debía pagar el postre, a la vez de ser nombrado por
todos como el ‘tonto del haba’ (origen del famoso insulto ‘tontolaba’).
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Roscón de Reyes con Nata
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Teoría de Origen Cristiano
Después que los Reyes
adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no volvieran por la ciudad y evitaran
a Herodes, y los Reyes se fueron por otro camino.
Herodes, al enterarse que
había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su puesto y
ordenó matar a todos los niños menores de dos años, entre los cuales se
encontraría dicho Rey. La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se
salvó.
Los
primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la
historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía:
cambiaron el pan ázimo por pan de harina blanca y levadura. Cocieron la masa
con forma redonda, endulzándolo con miel
y adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces.
Para
los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios,
que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones del mundo,
que nos impiden encontrar a Jesús.
El
muñequito escondido dentro de la rosca simboliza al Niño Jesús, que los Reyes
no encontraban porque la estrella desaparecía.
Esta
costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y posteriormente a
América.
En
México, el que encuentra el muñequito de la rosca se convierte en el centro de
la fiesta: se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de papel dorado y
se le da el nombramiento de padrino del Niño Jesús.
El
padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús, del
Nacimiento, y presentarlo en la Iglesia el 2 de febrero, día de la Candelaria. Después
hará una fiesta con tamales y atole.
Como veis cada filosofía
de vida o religión, intenta hacer suyas el origen las tradiciones que actualmente celebremos y
consideramos nuestras.
Lo mejor es que, sea cual
sea el origen del Roscón de Reyes, nos ha permitido que estas tradiciones
lleguen a nuestros días y se actualicen con sabores y olores propios de
nuestros días.